Como una autoevaluación puedo concluir que este Ciclo Escolar ha representado un arduo discernimiento en mi trayectoria laboral, con cambios vertiginosos. En gran parte por la implementación de la Reforma Educativa. Por otro lado, el hecho de trabajar con un grupo de Primer grado, por primera ocasión. Fue un gran reto y me siento satisfecha al respecto. Además de haber recibido comentarios muy favorables de los Padres de Familia.
Considero que la Situación de Aprendizaje "Escribamos nuestro nombre" fue exitosa, ya que desde el enfoque del Campo Formativo, se presentó una problemática real y se respondió de manera adecuada, haciendo uso de la escritura para identificar las pertenencias (en este caso el lugar donde guardarían sus útiles).
Algo que estoy procesando, pues me ha sido muy difícil de asimilar es el hecho de no haber obtenido el resultado esperado en la evaluación de desempeño para la permanencia; esto me ha llevado a interpelar todo mi quehacer docente, especialmente mis concepciones didácticas, ya que en ocasiones creemos que lo estamos haciendo, lo hacemos muy bien y resulta que no es así, o mejor dicho, que desde el enfoque de la Evaluación Formativa puede ser perfectible, y por ello estoy abierta a mejorar mi planeación, mi intervención docente y la forma en que evalúo para lograr mejores aprendizajes en mis alumnos y un mejor resultado de acuerdo a los estándares nacionales.
Las estrategias exitosas que se compartieron en el CTE, fueron enriquecedoras, especialmente en la forma de evaluar, el paradigma de la Evaluación cualitativa 100% que se venía manejando en el Nivel Preescolar, ahora se enriquece con el aspecto cuantitativo y el enfoque formativo. Para poder ubicar a los alumnos de alto, medio y bajo desempeño.
Y este curso de Formación de Evaluadores, ha venido a "poner la cereza en el pastel", especialmente con las aportaciones de Charlotte Danielson, que a través de las investigaciones realizadas viene a puntualizar el perfil de un buen docente en el marco de la Evaluación Formativa. Sirviendo de precedente para otros autores en diversos países.
Recapitulando, este ciclo escolar ha sido de mucho aprendizaje y fuertes desafíos. Ha valido la pena y se tiene la actitud para continuar superándose y creciendo como persona y como profesional de la educación en beneficio del progreso de nuestro México.
Algo que estoy procesando, pues me ha sido muy difícil de asimilar es el hecho de no haber obtenido el resultado esperado en la evaluación de desempeño para la permanencia; esto me ha llevado a interpelar todo mi quehacer docente, especialmente mis concepciones didácticas, ya que en ocasiones creemos que lo estamos haciendo, lo hacemos muy bien y resulta que no es así, o mejor dicho, que desde el enfoque de la Evaluación Formativa puede ser perfectible, y por ello estoy abierta a mejorar mi planeación, mi intervención docente y la forma en que evalúo para lograr mejores aprendizajes en mis alumnos y un mejor resultado de acuerdo a los estándares nacionales.
Las estrategias exitosas que se compartieron en el CTE, fueron enriquecedoras, especialmente en la forma de evaluar, el paradigma de la Evaluación cualitativa 100% que se venía manejando en el Nivel Preescolar, ahora se enriquece con el aspecto cuantitativo y el enfoque formativo. Para poder ubicar a los alumnos de alto, medio y bajo desempeño.
Y este curso de Formación de Evaluadores, ha venido a "poner la cereza en el pastel", especialmente con las aportaciones de Charlotte Danielson, que a través de las investigaciones realizadas viene a puntualizar el perfil de un buen docente en el marco de la Evaluación Formativa. Sirviendo de precedente para otros autores en diversos países.
Recapitulando, este ciclo escolar ha sido de mucho aprendizaje y fuertes desafíos. Ha valido la pena y se tiene la actitud para continuar superándose y creciendo como persona y como profesional de la educación en beneficio del progreso de nuestro México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario